Sobre esta propiedad
~Érase una vez... ¡y no es cuento, eh! Había una casa que lo tenía todo, absolutamente todo, y no estaba perdida en un bosque encantado ni en un reino de fantasía. ¡Qué va! Estaba aquí mismo, en Granada capital, en una urbanización privada que te dejaba con la boca abierta, de esas que parecen sacadas de un sueño, pero de los buenos.~~Imagina un sitio con una piscina brillante como el cristal, donde los veranos se hacían infinitos entre chapuzones y risas. Alrededor, un montón de zonas verdes perfectas para que los peques (o los no tan peques) jugaran al escondite hasta que les dolieran las piernas, o para echarse una siesta bajo un árbol. ¿Y qué me dices de las tardes? Barbacoas chispeantes que olían a gloria bendita, juntando a la familia y a los amigos. Y para los más deportistas, pistas para quemar esa energía que parece no acabarse nunca. Lo mejor de todo es que, en cada portal, te encontrabas con tu propio patio privado, ¡un rinconcito al aire libre para ti solo! Ideal para tostarte al sol en chanclas o leer un libro tranquilamente sin que nadie te moleste, ¡y sin salir de casa!~~Pero la estrella de esta historia era una vivienda de esquina que quitaba el hipo. Con una orientación sureste que era pura magia, cada mañana se despertaba saludando al sol, y en invierno... ¡buff! Desde sus ventanas, la Sierra Nevada se alzaba majestuosa, blanca y espectacular. Era como tener un cuadro vivo colgado en cada habitación. Dentro, sus tres dormitorios eran un oasis de paz, amplios y tranquilos, pero el principal... ese sí que era de cuento de hadas. Con su propio baño en suite (¡qué lujo!), un vestidor para perderte entre la ropa y una luz natural que te acariciaba cada rincón, ¡era un flechazo a primera vista! Y para que no hubiera peleas mañaneras, un segundo baño completo, perfecto para compartir sin prisas ni colas.~~El salón era de esos en los que te apetecía quedarte. Grande, luminoso, ¡ideal para esas tardes de peli y manta o para montarte una fiesta con toda la tropa! Y la cocina, ¡ay, la cocina! Completamente amueblada, era la combinación perfecta entre funcionalidad y diseño. Con su lavadero independiente para los cacharros y unas cuantas terrazitas que le daban un toque alegre y abierto, invitaba a cocinar sin parar. Las paredes lisas, los suelos de mármol beige y las ventanas abatibles de doble acristalamiento no eran de cuento de hadas, es verdad, pero te aseguraban un confort que ya querrían muchos palacios. Silencio, elegancia y un aislamiento de diez, para que el frío se quedara fuera y el calor se mantuviera a raya.~~Y como en toda buena historia, había un as bajo la manga, ¡un secreto que te dejaba con la boca abierta! Una plaza de garaje enorme, con espacio de sobra para tu coche y hasta para las motos, y un trastero contiguo que parecía no tener fin. ¡Podías guardar de todo! Y si resultaba que Su Alteza tenía más de un carruaje, ¡no problem! Había la posibilidad de hacerse con otra plaza de garaje opcional. Todo esto, y para rematar, estaba rodeado de comercios para hacer la compra en un pispás, supermercados, colegios, servicios de todo tipo... ¡y justo al ladito de la salida de la autovía! El Nevada Shopping a tiro de piedra y una conexión brutal por bus para moverte a todos los rincones mágicos de Granada y hasta a Armilla.~~Porque, a veces, el final feliz no está en un castillo de esos de Disney...~~¡Está en encontrar un hogar como este! Un sitio donde crear recuerdos, donde las paredes sean testigos de risas y donde cada día sea una aventura.~~Y tú, ¿a qué esperas para escribir aquí tu próxima historia? ¡Te está esperando!. Llámanos al ([[utilice el formulario para contactar]]) o al ([[utilice el formulario para contactar]]) !!~~