Sobre esta propiedad
Gran casa unifamiliar de pueblo entre medianeras, construida con piedra (marés) en el siglo XIX en la calle Rovellada de Dalt nº 58, en el centro de Mahón (Menorca). Tiene 347 m2 construidos, según catastro. Cuenta con carpintería, vigas de madera y fachada de piedra originales y techos de gran altura.
La calle de Sa Rovellada de Dalt es una de las más céntricas de Mahón, con fácil acceso a todos los servicios, ocio y gastronomía de la ciudad.
La referencia catastral es (utilice el formulario para contactar) FE0176S0001GO y le corresponden los usos urbanísticos de la zona 2: carrers de cases (artículos 125 y siguientes del Plan General de Ordenación Urbana de Mahón del año 2012).
La casa está dividida (sin división horizontal) en dos viviendas, una en planta baja y sótano abovedado y otra en planta primera y segunda (ambas con la peculiar distribución de las casas antiguas menorquinas y detalles arquitectónicos de la época), con posibilidad de división horizontal en tres unidades y uso residencial, restauración, servicios o comercial. Tiene un patio de unos 60 m2, dos trasteros exteriores, letrina y barbacoa de obra. Existe la posibilidad de hacer una pequeña piscina.
La planta baja consta de tres estancias comunicadas, pasillo, escaleras que bajan al sótano, salón, cocina y baño completo. En la cocina hay un pozo, de unos ocho metros de profundidad para la recogida de aguas pluviales.
La planta primera consta de cocina baño completo, aseo-lavadero, pasillo, salón y comedor (estos dos últimos con dos estancias interiores).
La planta segunda se compone de tres estancias y pasillo.
La casa cuenta con las instalaciones de luz, agua y fibra óptica en funcionamiento y estructura en buen estado. Está en condiciones de ser habitada, si bien sería deseable una renovación.
La casa está situada en Mahón, la capital de Menorca, la isla más oriental de España y con uno de los puertos naturales más grandes del mundo. La UNESCO declaró Menorca como Reserva de Biosfera el 7 de octubre de 1993, atendiendo al alto grado de compatibilidad conseguido entre el desarrollo de las actividades económicas, el consumo de recursos y la conservación de un patrimonio, incluyendo monumentos prehistóricos, y de un paisaje que ha mantenido, y sigue manteniendo hoy, una calidad excepcional. Prueba de ello son sus aguas cristalinas, la limpieza de sus playas, la densa vegetación y una notable diversidad de hábitats mediterráneos, gran parte de ellos constituidos en Reservas Naturales, en los que viven especies de animales y plantas exclusivas de la isla.
La sostenibilidad, la menor saturación urbanística y los cambios de hábitos provocados por la pandemia hacen de Menorca un lugar muy atractivo al turismo de calidad, aumentando la demanda de inmuebles para primera, segunda residencia e inversores, siendo el actual, un gran momento para adquirir propiedades en la isla.
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