Sobre esta propiedad
En el consolidado Residential Lirios de Cumbre del Sol se alza Villa Altair, una vivienda de líneas limpias y estética contemporánea que se funde con la naturaleza mediterránea. Diseñada para captar la luz y las vistas desde cada estancia, esta residencia representa un equilibrio perfecto entre arquitectura, confort y entorno. Un hogar para quienes buscan tranquilidad sin renunciar a la sofisticación.La villa se distribuye en tres niveles que aprovechan al máximo la pendiente de la parcela. En la planta superior se encuentra el acceso principal, que da paso a una zona de día amplia y luminosa donde se integran el salón, el comedor y la cocina en un único espacio fluido que conecta con la terraza y la piscina desbordante. En este mismo nivel, la suite principal ofrece privacidad, vestidor, baño en suite y vistas panorámicas. La planta inferior alberga dos dormitorios con baño propio y acceso a una terraza cubierta, así como una sala multifuncional para ocio, gimnasio o estudio. En el nivel más bajo se sitúa un sótano con patio inglés, ideal como espacio auxiliar o de almacenamiento.La entrada a la vivienda se realiza desde un vial interior del residencial, que conduce al acceso peatonal y a un garaje semicubierto con capacidad para dos vehículos. Desde aquí, el diseño escalonado de la casa invita a descubrir sus diferentes niveles mediante una escalera interior bañada por luz natural.Villa Altair está equipada con soluciones avanzadas para garantizar confort y eficiencia: sistema de climatización por aerotermia, calefacción mediante suelo radiante, ventilación mecánica con recuperación de calor y sistema de domótica para controlar persianas, iluminación y climatización desde cualquier dispositivo. Los materiales de acabado han sido seleccionados por su estética y durabilidad, incluyendo carpintería exterior con rotura de puente térmico, cristales de control solar y revestimientos cerámicos de gran formato tanto en interior como en exterior.Las vistas son uno de los grandes protagonistas: desde cualquier punto de la vivienda se contempla el horizonte azul del mar Mediterráneo, el perfil escarpado de la costa y la silueta del Peñón de Ifach al fondo. Al caer la tarde, la luz transforma cada espacio y convierte Villa Altair en un mirador privilegiado donde la arquitectura se convierte en experiencia.